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El
Algarve, playas para todos los gustos

Los increibles tonos del paisaje, la luz, la temperatura, todo en el Algarve
constituye una auténtica fuente de energía. Es el destino
ideal para descansar y recuperar la energía. Durante todo el año,
las playas, las reservas naturales, las aldeas típicas, los campos
de golf, los castillos y las fortalezas se pueden visitarse gozando de
la mejor tempratura. Pero su riqueza no está sólo compuesta
de paisages maravillosos, también su historia, su cultura, y su
gastronomía popular son una baza importante para atraer a tood
tipo de visitantes. Los habitantes del Algarve llevan muchos años
conviviendo con otras culturas y están habituados, desde siempre,
a acoger a quien los visita. El Algarve siempre es el lugar al que uno
siempre quiere volver.
La variedad de
sus playas
L a costa del Algarve tiene tantas playas como cualquier visitante pueda
desear. El sol y las temperaturas que se hacen sentir dentro y fuera del
agua invitan a descubrir estos tesoros naturales durante todo el año.
De Odeceixe a Vila Real de Santo António hay 200 km de acantilados,
ensenadas, grutas y extensos arenales. Auténticas postales ilustradas,
las playas del Algarve son famosas por sus aguas transparentes y arenas
doradas, pero tienen mucho más para descubrir. El mar agitado de
la Costa Vicentina invita a practicar deportes radicales como el surf
y el bodyboard. El Barlovento, con sus magníficas grutas esculpidas
en las costas acantiladas, es el escenario ideal para relajantes paseos
en barco. Siguiendo la línea de la costa, están los extensos
arenales de las playas de Sotavento, donde se practica el windsurf, el
jet ski y el buceo, con la belleza de las Islas de Ria Formosa al fondo.
Una reserva ecológica
La buena temperaturay el sol garantizados hacen del Algarve el hábitat
ideal para numerosas especies de plantas y animales. Junto a la franja
costera, el Parque Natural de Ria Formosa le da la bienvenida con un espectáculo
natural en el que sobresalen las formas y colores de las aves autóctonas.
La Reserva de Sapal de Castro Marim y Vila Real de Santo António,
así como el Parque Natural del Suroeste Alentejano y la Costa Vicentina,
son otros escenarios naturales que se ofrecen para interesantes caminatas
a través de recorridos marcados.
Explorando el terreno hacia el Algarve profundo se encuentran iguales
motivos de encanto. La mezcla de verdes y tonalidades de marrón
son los colores de un Algarve que se conoce por el nombre de Barrocal.
Aquí, pueblos y villas de otros tiempos exhiben sus tesoros entre
naranjos, algarrobos, higueras y también bellos almendros que a
principios de cada año cubren el Algarve con el blanco de sus ramas
en flor. Más al norte, las Sierras de Monchique y de Caldeirão
también esconden en sus depresiones muchos tesoros en estado salvaje.
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